Preguntas frecuentes

En general, a las seis semanas es la edad más temprana de un programa de vacunación convencional. Las excepciones ocurren para animales que están en ambientes potencialmente infecciosos por ejemplo: perreras, lazaretos, protectoras, etc. Estos animales pueden beneficiar con vacunaciones preventivas a menor edad. La vacunación contra parvovirus en los cachorros de 5 semanas de edad son recomendadas por algunos profesionales.

No es conveniente, pero la decisión de vacunar o no, a un animal que está mostrando señales de enfermedad, depende de cada caso y del criterio profesional. Se deben considerar si los beneficios son mejores que los riesgos, se debe hacer un exhaustivo examen físico y si es necesario, pruebas de laboratorio, todo eso ayudará a la decisión.

Las vacunas no producen inmunidad en forma instantánea en el momento de ser aplicadas, una vez administradas los antígenos inyectados deben ser reconocidos por el sistema inmunológico y responder con la formación de anticuerpos y producir memoria inmunológica frente a ese antígeno vacunal que es atenuado, si luego hay infección por el virus salvaje esa presencia de anticuerpos producidos por la vacuna neutralizan al virus salvaje, de esa manera, se previene la enfermedad provocada por dicho virus.
En la mayoría de los animales, la protección de la enfermedad no empieza hasta los 7 días después de la vacunación y la protección completa se alcanza a los 14 días.

No, aunque las vacunas son altamente efectivas puede suceder que en algunos animales no respondan a la vacuna y padezcan la enfermedad contra la cual fueron vacunados, este “fracaso”de la vacuna aunque probablemente sea un fracaso del sistema inmunológico para dar una buena respuesta que un problema de la propia vacuna.

El tratamiento se inicia a los 15 días, repetir a las 4, 6, 8 semanas de edad y con cada revacunación, luego de cada 4 meses, si hay riesgo de infestación en el lugar o no se tiene un control adecuado sobre el animal se recomienda cada 2 meses.

Es muy importante la desparasitación antes del servicio, porque el aumento del estrógeno (la hormona del celo) libera larvas de ascaris que en el perros adultos están enquistadas en el tejidos, por eso en la preñez migran a través de la placenta, afectando a los cachorros. Luego se debe desparasitar junto a los cachorro y se sigue el plan para un perro adulto.

Cada 4 meses, si hay riesgos de infestación en el lugar o no se tiene un control adecuado sobre el animal se recomienda cada 2 meses. También es importante mantener limpio, evitar que entren animales extraños y desinfectar en forma periódica el medio donde el animal se encuentra.

Muchas veces un animal puede estar parasitado aunque no presente ningún signo, los áscaris(lombrices o gusanos) son los más comunes, miden varios centímetros, se parecen a un fideo y suelen observarse en la heces del perro, cuando vomitan, pero existe la posibilidad que el animal no los elimine, pero eso no significa que no esté parasitado. Los gusanos pequeños y los huevos no se observan a simple vista, debe analizarse un análisis de materia fecal y observar mediante el microscopio.
Las tenias (gusanos chatos como cintas); esos pueden aparecen como segmentos rectangulares que se mueven alrededor del ano del animal, o como granos de arroz. Salvo las tenias la mejor manera de diagnosticar los parásitos en un animal es mediante un examen de materia fecal realizado por el médico veterinario.

La edad de los perros de los cachorros menores a 6 meses se determina por los dientes temporales, luego por los dientes permanentes. En los perros más viejos, la edad es estimada generalmente por el desgaste de los dientes, pero puede variar el cálculo debido al tamaño y la raza del perro, dieta y hábitos masticatorios.

Lo más indicado es que se caigan solas por acción de un garrapaticida que puede ser en polvo, líquido, aerosol o las prácticas pipetas que tienen un efecto residual de 4 semanas. Si no queda otra alternativa que sacarla, se debe hacer con pinzas especiales, sin apretar el cuerpo, porque se inyecta el contenido de la garrapata en el torrente sanguíneo y puede transmitir enfermedades al animal.

Si, los cachorros tienen 28 dientes temporarios, 14 en el maxilar superior y 14 en el inferior. Estos dientes entran en erupción a las tres a cuatro semanas de edad. Los temporales empiezan a surgir a los 4 meses de vida aproximadamente y llegan a completar 42 dientes permanentes.

A) Para realizar la evaluación, primero se palpan las costillas, deben sentirse y debe haber una cantidad moderada de grasa sobre ellas, pero las costillas se deben diferenciar bien a la palpación, si se observan las costillas a simple vista, el animal es demasiado delgado, si no se pueden sentir las costillas el animal está en sobrepeso.
B) Palpar la zona posterior por delante de la base de la cola, debe sentirse rellenito pero con la piel lisa, si se observan las puntas de los huesos de la cadera , el animal está demasiado delgado, si no se puede palpar ningún hueso, eso indica que existe sobrepeso.
C) También deben palparse las protuberancias óseas de la columna vertebral y hombros, igualmente, se debe sentir una delgada capa de grasa por encima de las partes óseas, si estos huesos se sienten fácilmente o son visibles, el perro o gato están demasiado delgados. Si no se sienten los huesos bajo la capa de grasa, el animal es, obviamente obeso.

La importancia de saber entre un término y otro es que son signos de enfermedades diferentes. El vómito es la eyección violenta de contenido estomacal al exterior del cuerpo a través del esófago y la boca. El vómito está relacionado con enfermedades del estómago, intestinos, riñón, hígado y páncreas. La regurgitación es el reflujo de comida no digerida a través del esófago y la boca.

Es bastante normal que los cachorros tengan hipo, cuando comen, beben, tienden a ingerir grandes cantidades de aire, el esófago se llena de aire produciendo una contracción involuntaria del músculo llamado diafragma. Se considera al hipo como un fenómeno normal en los cachorros menores a 8 meses.

Las papilomas llamados verrugas, ocurren con más frecuencia en cachorros. Son provocados por un virus, generalmente se manifiesta en la cara, boca, lengua, carrillos y párpados, siendo de tamaño pequeño y con apariencia de coliflor.
Estas verrugas causadas por un virus son normalmente benignas y generalmente evolucionan solas en varias semanas.

Los perros pueden sufrir quemaduras solares. Los perros sin pigmento en la nariz pueden desarrollar una enfermedad llamada dermatitis nasal solar, pero la causa real es una hipersensibilidad al sol, que se agrava cuando hay ausencia de melamina.
Aquellos perros de pelo corto y por alguna razón tienen la densidad de pelo disminuida, pueden sufrir quemaduras en esas zonas del cuerpo donde la piel está más expuesta.

La causa más frecuente de que un perro se arrastre sentado por el piso, es la obstrucción de las glándulas anales, otra razón puede ser la materia fecal pegada o abundante cantidad de pelo alrededor del ano, principalmente en las razas de pelo largo.
Esta acción raramente se debe a la presencia de parásitos como comúnmente se cree.

La pérdida de pelo (alopecia) en muchas perras en lactancia no es anormal, normalmente los perros cambian su manto piloso en una época determinada del año, generalmente el mayor “cambio de pelo” ocurre en primavera, en las perras preñadas y en lactancia, la exigencia fisiológica y metabólica provocada por la preñez y lactancia, puede acelerar la muda de pelo, también influyen los cambios hormonales que se producen en la perra durante esta etapa. Es tan rápido el cambio, que se puede observar que el pelo nuevo puede ser más oscuro, menos denso y puede llegar a tener una textura diferente.
Cuando esto sucede, se debe ayudar con un buen cepillado, de esa forma favorece el recambio como así también se evitará la presencia de pelo por toda la casa. En este momento se debe prestar mucha atención a la nutrición adecuada del animal porque cuando sucede este fenómeno nos indica que está al máximo de su exigencia nutricional.

Esta lista enumera a los ingredientes más importantes que pueden ocasionar problemas al perro:

1. Chocolate
2. Café
3. Té
4. Cebolla
5. Ajo
6. Huesos de pollo, lechón, cordero, conejo, chivo
7. Vitaminas de humanos con hierro
8. Tendones y cartílagos
9. Los hilos de los chorizos
10. Comida con hongos
11. Bebidas alcohólicas
12. Hongos
13. Tabaco
14. Levadura
15. Hojas de ruibarbo
16. Carne muy hervida

Los perros no tienen las enzimas adecuadas para desdoblar el polisacárido propio de la leche llamado lactosa. Esto es común en algunas personas, ellos carecen de lactasa que es la enzima que desdobla a la lactosa en glucosa y de esta manera ser absorbida en el tracto intestinal, tanto las personas o animales que no poseen la enzima que desdobla la lactosa, la leche permanece en el tracto digestivo sin digerir, fermenta y es causa de diarrea.

Es vox populi que el bañar muy seguido a un canino le quita su capa de “grasa protectora” que los animales tienen naturalmente sobre la piel.
En cierta forma esto es cierto: los caninos poseen una capa de lípidos; en condiciones de salud, esta capa protectora cumple las funciones de proteger la piel, dar brillo y sedosidad al manto piloso e impedir que el animal contraiga enfermedades externas en su piel. Pero también es cierto, que estos animales sanos se ensucian y adquieren el clásico “olor a perro”, que muchas veces dependerá del tipo de pelaje que tengan.
Así, los perros de pelo largo necesitan un baño periódico forzosamente en verano, dada su intolerancia al calor, debe además ser bañado para evitar que las bacterias que normalmente viven sobre su piel, tengan la posibilidad de producir infecciones oportunistas. Los perros de pelo corto parecen ser más resistentes a la suciedad y el mal olor. En ellos, el simple cepillado puede asegurar un pelo y piel sanos y vitales. Pero indefectiblemente, deben ser bañados cuando el olor a perro aparece y esto sucede, cuando en el caso anterior, cuando el animal se ensucia, realiza intensa actividad física, etc.
Si decimos bañar a una mascota sana, se recomienda usar shampoos suaves como los que contiene Cocobetaina y Avena en su composición.
Ahora bien: Cuando se presenta o consulta na animal con trastornos dermatológicos, ya sea infecciones, seborreas, micosis, etc, debe dejarse de lado el concepto de “baño higiénico” para reemplazar por el de “baño terapéutico”.
El baño terapéutico, implica en general aumentar la frecuencia de los baños utilizando champús con producto terapéutico en general más agresivos que los tradicionales: Sulfuro de Selenio, Alquitrán, Clorhexidina, Peróxido de Benzoilo, etc.
Concluimos en que el dueño de la mascota sana debe bañarlo cuando ésta está sucia y debe llevarlo a la consulta, cuando considera que su animal está necesitando baños mucho más frecuentes de los habitual.

El animal hace un recambio natural de su pelo en forma periódica y deja pelos “por todas partes”, los de pelo largo tiene recambio en la primavera y los de pelo corto, además pierden pelo todo el año, es normal que se caigan los pelos viejos y se cambian por nuevos, hay que preocuparse si se observan sectores del cuerpo sin pelo en la casa, sillones, camas, etc, hay que cepillarlos en forma regular, una vez que ellos se acostumbran les agrada que los cepillen.
Las cardas de alambre fino son muy útiles para mantener el pelo desenredado y el cepillado favorece la oxigenación de la piel previniendo algún tipo de dermatitis, además de arrastrar suciedades, pelos y descamaciones de la piel, manteniéndola saludable.
También existen peines y rastrillos de metal, para un cepillado más profundo y para extraer mejor los “pelotones”, aunque con cuidado, porque puede producirse dolor al animal, sino hay que romperlos primero con una tijera (en estos casos si no se está muy seguro recurrir a un peluquero profesional).
Debido a la piel delicada de un gato, un guante de cepillo ( es es un guante con puntas de goma en la palma) es el indicado para los pelos cortos y una carda de alambre para gatos de pelo largo. Al decir tener un perro o gato en casa, debemos ser consciente que debemos convivir con los pelos que pierde el animal, un cepillado puede ayudar mucho a mejorar y disminuir la concentración de pelos sueltos por todos lados, ademas esta comprobado que al tocar o cepillar las mascotas produce un efecto relajante en el animal como en la persona.